sábado, 8 de septiembre de 2012


“…Le voy a hacer una confesión, Sabato: yo no quise venir a este mundo, no hice ninguna seña. Estaba tan cómodo que cuando me tocó salir me resistí, me puse de culo. Pero me sacaron igual, a la fuerza. Siempre a la fuerza, en nombre de lo mejor. Ahí no más comprendí que este mundo no podía ser más que una cagada. A usted también le debe de haber pasado algo semejante. Perdimos, ya sé. Pero ahora nos toca aguantar piola.”
Ernesto Sabato, Abaddón el exterminador, Fragmento, p. 102.

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